Dibujo a la tinta acuarelada, técnica mixta
Autor: Álvaro Sermeño
El Arte, es una de las formas de comunicación netamente humana. No existe otro mamífero o animal creador de imágenes artísticas, manifestaciones estética, ser creador de cultura, de esta manera, el arte juega un papel transformador, socializador y humaniza al homo sapiens sapiens, esto tiene como resultado una enorme incidencia histórica en el cual el ser humano se transforma así mismo; esto como lo plantea Engels, en uno de sus numerosos análisis sobre el ser humano en torno que el único animal de transformar conscientemente la naturaleza es el ser humano, yo agregaría que de alguna manera e inconscientemente la trastornado en su esencia, no quiero con esto sostener o corregir al maestro Engels, no soy pretencioso, sino es simplemente obvio como el ser humano altera su medio. El arte, o mejor dicho las manifestaciones estética creadoras artísticas nos reclaman, cuestionan, el papel que juega en su esencia en torno a las concepciones de la vida, así estas se reflejan artísticamente, no cabe duda que mediante el arte se niega o se acepta las realidades sociales, económicas y políticas en torno al creador artista que engendra y hace parir imágenes que rechazan, aceptan o cuestionan dichos conceptos.
El arte, en todo caso es una manera de manifestar creadoramente nuestras conciencias de clase, aunque no se acepte o se acepte por parte de los creadores del arte esto juega un papel transformador de la conciencia, no cabe duda, que entrar en un debate será lo más rico de las experiencias en torno al papel que juega el arte. Así, el hecho social artístico enfrenta ambivalencias concepcionales, por un lado quienes aceptan que el arte juega un papel transformador de la conciencia; otros, dirán que no, esto, tiene que ver con los niveles interpretativos y de profundidad analítica en torna a las formas de la conciencia social e individuales que los creadores de artes llamados a sí mismos artistas, trabajadores del arte, obreros y u obreras del arte, creativos, entre otros apelativos. En todo caso, es interesante conocer las diferentes gamas de lo que consideramos arte y lo que no es arte, de acuerdo a nuestra visión ideológica, las ideología en imágenes como lo plantea Nicós Hadjinicolaou, el arte es ideología en imágenes, esta consideración es importante deshuesarla para que podamos debatir en un foro abierto a las opiniones que merecen a dicho maestro de la estética materialista de la historia.
En todo caso la sociedades que excluyen a sus ciudadanos a participar en las acciones directas para transformar y democratizar su sociedad son elitistas, por lo general proyectan no solamente un arte de élites, sino excluye de todo afán de contribuir a la conformación de una sociedad en la cual se goce del acceso a todos los bienes artísticos y culturales que el Estado- Nación oferta a sus conciudadanos. El Arte se torna elitista cuando no todos los ciudadanos gozan del deleite al consumo del arte, del cual tiene la obligación de promoverle, y brindar la oportunidad de participar a la población a participar como receptores y en muchos casos en emisores (artistas).
La políticas culturales de un Estado - Nación que niega su obligatoriedad en torno a promover estos principios, no solamente excluye, si no que no tiene un sentido en torno a construir una sociedad no elitista, y del hecho que no dé los espacios para que exista una interacción entre emisores y receptores, de la doble formas de comunicación artística.
¿EN QUÉ MOMENTO EL ARTE SE VUELVE ELITISTA?
El arte se vuelve elitista, en la medida que niega su papel transformador social, motor de la sociedad, para el caso una sociedad de consumo, por lo cual debe de ser consumido por el grueso de la población, ciertamente, creer esto, que es utópico pensar en un arte masivo en el cual todos los habitantes de este planeta gocen de las manifestaciones artísticas que produce planetariamente la globalización de la cultura, lo cual es difícil de lograrlo, sin embargo, el arte no solamente, lo elaboran unas élites llamadas artistas, sino que todos los pueblos del planeta son creadores de sus propias manifestaciones artísticas.
Desde ese punto de vista, el arte, siempre es social, y cumple un papel transformador de la conciencia colectiva. Si se les niega a los pueblos del mundo que son creadores de arte, de acuerdo a los lineamientos de occidente, caemos en concepciones excluyentes elitistas; estos conceptos elitistas, sostienen que solamente unas élites son artistas. Por tanto, estamos negando que otros pueblos o culturas diferentes a los nuestros poseen arte y hacen arte, aunque dichos pueblos no les interesen considerarlo si o no son creadores del arte según los cánones occidentales.
Álvaro Sermeño.
"Dibujos de la Guerra"
de la serie "La Masacre de las Hojas"
Autor: Álvaro Sermeño
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EL PAPEL TRANSFORMADOR DEL ARTE
(SEGUNDA PARTE)
Continuando con nuestras valoraciones. El arte es una de las manifestaciones de las formas de la conciencia social, en sí el arte como tal, es reflejo de la sociedad en la cual se produce, o en la cual se desarrolla. Con esto, no quiero atreverme a discrepar en el sentido que se manifiesta como en los sectores de pequeños grupos de intelectuales, grupos de poder económicos, en sectores pequeñoburgueses, grupos de amigos, etc. Como tal, el arte es una de las manifestaciones estéticas humana, lo que sucede, en su mayoría que se le niega este nivel de arte al producido por el pueblo, esto, ha sido una constante en muchas sociedades, especialmente en América Latina tenemos algunos ejemplos, como es el caso del maestro mexicano grabador José Guadalupe Posada a quién se le negara en su momento, por parte de las elites de su época ser un artista creativo, igualmente, muchos otros creativos trabajadores u obreros del arte, no se les ha considerado como tales. Entonces, las preguntas y respuestas vienen al pelo, ¿Cuándo es arte algo y cuando no lo es?, según Umberto Eco, esto está determinado por los parámetros clasistas de una determinada época,
Desde las inclinaciones de los gustos estilísticos, determinados por las modas, la propaganda en los medios masivos, de la radio, la tv, el cine, los periódicos y la internet, etc. Entre otras inclinaciones de la época, a igual de los intereses de clases. El arte como una de las formas de la ideología en imágenes, no escapa a la lucha de clases, determinado por el ejercicio de los poderes económicos, políticos, financieros quiénes en realidad determinan estos parámetros , son acaso los intermediarios , los marchand, los comerciantes o coyotes de las galerías comerciales del arte, son acaso los grupos religiosos como lo sucedido en la edad media donde ellos co financiaban, a igual, posteriormente, lo hicieran los señores burgueses de una cuantas elites, lo determinaran que es arte y que no es arte , ¿acaso, está determinado por un Opus Dei?
Ante estas inquietudes, como lo entendemos, que sucede en nuestros paisitos con las innumerables manifestaciones del arte producidas por las comunidades rurales, campesinas y urbanas. Comencemos en orden, el arte producido en las zonas rurales no se le valora como tal, si un artista del pueblo, o procedentes de las capas populares del proletariado, que no proyecta su obra por determinada razón su producto manufacturado y lo proyecta en las galerías comerciales del arte donde los coyotes y las hienas del arte lo revenden, como tomates u otra verdura, a un determinado precio alto o no , bajo los parámetros del mercado mundial o local, de ciertas conveniencias financieras , bajo los enfoque de los precios del mercado internacional, o de las modas, bajo los medida de lo que se vende en ese momento , es lo determinado como arte, pero, este artista , su interés pudiese ser , lo que quiere, posiblemente es nada más, mostrar ante el público consumidor del arte, nada más expresar sus vivencia de la memoria histórica, bajo estos aciertos y desaciertos, esto, no es considerado arte por muchas de las elites que buscan es llenar o satisfacer su “status de Intelectus”, acrecentar su “prestigio de conocedor”, entre muchas otras perspectivas exclusivas,
Aunque, hay excepciones de consumir un arte bajo ciertos requisitos o intereses de clase, y no solamente, los de vanguardia; claro, aquí entramos en otro dilema, que sucede con el arte llamado de vanguardia, contemporáneo, arte moderno u otros calificativos, que buscan nada más nombrar semánticamente, al producto artístico elaborado para unas elites , (si se le considera como tal) vanguardista, contemporáneo, etc, etc, etc, , pero, que en todo caso, el arte producido en las comunidades campesinas que tienen en muchas ocasiones calidad estética, resulta que es negado o considerado arte.
Considerado o no considerado, una manifestación estética, pero que a la larga se le niega la categoría estética de arte, o no artística. Solamente, a lo sumo una artesanía o arte popular, folclore, etc. lo que sucede todo esto, a la vez está regido bajo los parámetros conservadores occidentales, para juzgar o catalogar estas expresiones como tales.
En muchas ciudades latinoamericanas , como la nuestra, en San Salvador, el arte callejero, en muchos casos no es considerado como arte, un ejemplo los encontramos en algunos grafitis o murales comunitarios elaborados con cierta calidad, el simple hecho que se halla pintado en la pared de un mercado, en la paredes exteriores de una vivienda, o un muro abandonado en una vieja acera, no es considerado arte por las elites , desde las intelectuales que solo pululan, entre las salas de los teatros, galerías comerciales, recintos cerrados, muy alejados al acceso de las grandes mayorías , no se le califica o reconoce como arte desde dichos parámetros occidentales.
Sin embargo, no estamos en contra de los recintos cerrados, como los teatros, salas de exposiciones, salas de artes de múltiples usos, incluso los centros comerciales donde se proyecta un arte para el consumo de la publicidad y de valores simbólicos de la promoción de productos desde banales a productos del mercado mundial de las transnacionales para generar vicios alienantes del consumo, a nuestro juicio, ciertamente, son importante dichos espacios como lo plantean algunos historiadores del arte, o antropólogos como Marc Augé en lo referente a estos espacios denominados como “Los No Lugares”, si comparamos, dichos espacios comerciales son estándares, iguales en todo el mundo, tales como los aeropuertos, salas de cine, restaurantes, estadios deportivos. Muchos de estos modelos arquetípicos se encuentran construidos a lo largo de Latinoamérica, o en ciudades del resto de los Estados Unidos, Europa y en el mundo entero, claro, aquí se promociona, en dichos “No lugares”, un arte para promociones consumista , de un determinado producto comercial.
Por tanto, se le considera una expresión artística a lo proyectado en los no lugares, con esto, no estamos en contra de dichos conceptos; pero, ¿porqué no se le reconoce como arte a lo producido en otros lugares o espacios a los acostumbrado?, ajenos o no, a los frecuentados estos sectores elitistas, manejados bajo los cánones interpretativos de las ideologías dominantes.
Este reclamo, si caer en catarsis o apologías ante lo negado, ante el turno de los ofendidos, de la necesidad innata de expresarnos artísticamente bajo otros cánones del arte de los desposeídos, a quienes se les ha negado su autoría intelectual de ser considerados productores de Arte. Así, los sectores mayoritarios de un sistema excluyentes al acceso de los más mínimo de seres humanos dignos , como son los derechos al acceso de la salud, vivienda digna, educación en todos sus niveles, pero especialmente al consumo estético diario del
arte y su reconocimiento como tal.
Sin caer en concepciones de purismos metafísicos idealistas esotéricos, que no nos contribuyen en nada, lamentablemente, el acceso al arte es una práctica elitista, no el arte en sí, elitista, ya que lo produce el pueblo, creativamente desarrolla un arte autentico, , al cual se le niega dicha categoría de “arte”, si desmeritar las vanguardias de las artes, que ya no son tan vanguardias en el arte moderno, debido que ya tienen más de siglo y medio de estar presentes en el mundo occidentalizado,
Bajo los conceptos elitizados por un “creativo ocurrente” el cual en cierto momento, haya amarrado un chucho (un perro) en una galería de arte o en una sala de exposiciones de arte y lo haya dejado morir de hambre, para provocar denuncias enfurecidas de los asistentes a su “muestra artística innovadora”, por declarar cuantas gentes se manifestarían contra él, por dicha acción al juzgarlo como un crimen cuando existen en el mundo unas cuantas millonadas o de miles que mueren de hambre en el mundo entero. Mi pregunta es ¿porqué no se amarró él y se murió en una definitiva huelga de hambre?, si quería tal impacto de performance o de arte vanguardista y el resultado quizá hubiese sido el mismo probablemente.
No estamos considerando que el performance y otras como el body art, el fluxus etc, son exclusivos o elitistas, no, si estas experiencias artísticas se proyectan desde las calles o lugares donde se invisibilizan, y cumplen un papel socializador este deja de ser del consumo exclusivo de unas elites. Ejemplos, hemos visto muchas escenas montadas en las comunidades campesinas en sus conmemoraciones a las masacres, entre otras donde se utilizan el performance, entre otras manifestaciones, las cuales han provocado en dicha población un impacto colosal que ha reivindicado su memoria histórica.
Por tanto, no es el performance u otra corriente artística la elitista, sino el uso exclusivo de ciertos sectores para su consumo exclusivo de dichos sectores, de esta manera, el arte deja de ser elitista cuando nace , se produce o con sume por todo un pueblo que tiene acceso a su deleite, tenemos ejemplos en algunas partes del mundo, miremos a la sociedad cubana que consume su arte, sus artistas por todo un pueblo, en la música, encontramos a un Silvio Rodríguez, un Pablo Milanés, Benny Moré, Compay Segundo , entre muchos otros; en la literatura a Nicolás Guillén, José Martí, en la pintura un Wilfredo Lam, para no alargar la cuenta; no son solamente, son consumidos en toda Cuba, sino en muchas partes del mundo, incluyendo en nuestros países de Latinoamérica
Que sucedería si las reglas del juego cambiaran, en Latinoamérica, y los gobiernos, los estados independientemente la línea política que sigan masificaran el derecho a la salud alimentación, vivienda digan, educación gratuita a sus conciudadanos, y el arte como una forma de la conciencia social tomara un espacio dentro del acceso a la educación y a su consumo como lo son otras formas de la conciencia tales como el deporte y la religión ¿Un derecho o un privilegio?
Álvaro Sermeño.
De la serie: " Los Desposeídos"
Técnica: Dibujo a la Tinta,
Dimensiones: 1mt. x 80 cms.
autor: Álvaro Sermeño
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EL PAPEL TRANSFORMADOR DEL ARTE
(Tercera parte)
Promoviendo y respondiendo al debate de las ideas
Es una realidad que el arte está determinado por diferentes categorías que lo definen como tal, pero, estas, son parte de la expresión de la lucha ideológica de las clases antagónicas-
El arte como forma de la conciencia social, determinada bajo ciertos criterios son el reflejo de una sociedad clasista. De esta manera, el arte creado o parido por las capas populares en muchos aspectos es la viva expresión del sentir de las mismas. El arte es ideología hasta cierto punto, pero está determinada por el manejo técnico de las imágenes artísticas, de esta manera, cumple un elemento vitalizador, del cual se nutre el arte.
Ahora bien, ¿Quién o quienes determinan a que se le llama arte y lo que no es considerado arte?, parte está abordado en reflexiones anteriores, pero como lo plantean, el grafiti pandillero que cumple con una serie de valoraciones estéticas creadoras, como son la singularidad, el manejo técnico, el mensaje, en todo caso lo que denominamos “Forma” en toda su dimensión creadora como es la totalidad de la obra en sí, la cual a su vez es la ‘parte material del signo artístico, en esa dialéctica creadora, el contenido de la obra es una parte inseparable del signo artístico o lo llamado por otros “obra en sí” u obra de arte, este contenido es la totalidad del proceso comunicador del arte.
Vale decir, que lo planteado en que si una pupusera es artista, no, precisamente es una hacedora de la cultura, pero no productora de arte de la tortillera. La producción en serie que hace una artista o un artista no es equivalente a hacer ollas en serie, sino en producir innovaciones con el sello creativo artístico,
No pretendo ser determinista iconográfico, sino el de batallar ensayísticamente, sobre la necesidad de potenciar teóricamente, a que llamarle arte y a que no. Ciertamente, el arte es elitista, en la medida que este es consumido por ciertos grupos y no las grandes mayorías de la población. Ortega y Gasset determina que el arte no es entendido por las masas, sino por unos privilegiados, por unas elites. Ciertamente, para la comprensión de lo que en occidente llamamos “arte”, esto es un lenguaje de unos pocos, pero, en todo caso no comparto que el pueblo o las grandes capas populares no tengan la capacidad receptiva para su decodificación, esto, es más una retórica de las capas pudientes en negarle a las grandes mayorías este privilegio, que en realidad es un derecho, si estudiamos la historia del arte estamos estudiando la historia de la burguesía. Lo cual, a mi juicio solamente potencia los criterios elitistas de la producción artística de la creación estética de los pueblos
Así de esta manera, el pueblo se empodera de su propia creación artística, reivindica su lucha por conquistar una sociedad que le excluya, claro que no es nuestro caso, pero la sociedad de futuro está determinada por la construcción socialista del arte, lo cual no es que estemos institucionalizando el arte por una visión del Estado, el cual aún más no puede decretar que es arte de las clases populares y que no es, sino este está determinado por la lucha de clases que son antagónicas y dialécticamente cambiante ante la historia de los pueblos
Ciertamente volviendo a la producción de los pandilleros esta producción de imágenes son producto de la exclusión y de la marginalidad a la cual el Estado y la sociedad en la cual estamos inmersos, en una sociedad capitalista, lo cual provoca un arte de la exclusión, de la marginalidad, siempre y cuando este se ve complementado conciertos manejos de la gráfica, de la destreza, de la calidad que le puede determinar como un grafiti artístico o como una pinta que en la antropología se interesa por estudiarlas como formas multiculturales de una sociedad de consumo y globalizante. A igual que la totillera que no produce arte sino cultura, sin embargo si e esa misma tortillera, en su ratos libres o marginales se dedica a pintar, a esculpir o a cultivar cualquier disciplina artística es otra cosa. Entonces, igualmente es productora de arte como a igual una productora de cultura, y si es productora de algún arte, hay que llamarle trabajadora del arte o artista.
Atte. Álvaro Sermeño.